Cinco consejos sobre cómo aplicar las gotas para tratar el glaucoma
Las gotas para bajar la presión intraocular (presión del ojo) son el tratamiento más utilizado y, a menudo, la primera opción terapéutica cuando se diagnostica el glaucoma. Es nuestro oftalmólogo el que nos tiene que decir qué gotas y cuántas veces nos las tenemos que aplicar al día.
A pesar de que se aplican de manera tópica – directamente dentro del ojo – no tenemos que olvidar que son medicamentos y que por lo tanto, se tiene que hacer de una determinada manera (una o más veces al día dependiendo del principio activo) y que pueden tener efectos secundarios (especialmente irritación ocular, sequedad, ojo rojo...).
Además, como el glaucoma una enfermedad crónica, se tienen que poner cada día durante mucho tiempo, incluso años. Es muy importante aplicar el tratamiento de manera correcta, puesto que el buen control de la presión intraocular es el único método que ha demostrado ser capaz de frenar el glaucoma.
Aquí os dejamos una pequeña compilación de consejos que os pueden ser de utilidad para hacer correctamente el tratamiento:
1. Seguir las instrucciones de la oftalmólogo/oga especialista
Es nuestro médico el que nos dirá qué gota nos tenemos que poner y cuándo. Hay gotas que son más efectivas por la mañana (por ejemplo el timolol) y otras que son más efectivas por la noche (como el latanoprost). Además, cuanto más avanzado esté el glaucoma más baja tiene que ser la presión del ojo. Esto puede hacer que se tenga que asociar más de un medicamento.
2. Utilizar “trucos” para no olvidarnos el tratamiento
Muchas veces lo más difícil del tratamiento es acordarse de administrarse las gotas cuando toca, puesto que muchas veces se tienen que poner en un determinado momento del día (mañana, noche...). Si nos acostumbramos a ponernos las gotas al mismo tiempo que hacemos una actividad diaria (por ejemplo, ponernos crema por la mañana, lavarnos los dientes o dejar las gotas a la mesilla de noche junto al libro que leemos antes de ir a dormir...), es mucho más fácil que recordamos hacer bien el tratamiento.
Para los amantes de la tecnología, es muy útil usar la alarma del móvil o aplicaciones inteligentes que nos avisan en el momento que nos tenemos que poner las gotas (p.e. EyeDROPS).
*Qué hacer si nos hemos olvidado?
Si nos olvidamos de una toma, y ha pasado poco rato (por ejemplo 1 o 2 horas) es recomendable administrar la dosis y continuar normalmente con el tratamiento. Si ha pasado mucho rato (4 o 5 horas), lo mejor es esperar a la dosis siguiente.
3. Usar una buena técnica
Hacerlo bien hace que el tratamiento penetre mejor y que, por lo tanto, se controle mejor la presión intraocular.
- Lavarse bien las manos
- Inclinar un poco la cabeza hacia atrás ya sea sentados, de pie o tumbados. Presionar levemente hacia abajo el párpado inferior con el dedo índice para formar un pequeño “bolsillo”
- Mirar hacia arriba. Presionar el frasco hasta que salga una gota y caiga en el “bolsillo” del párpado inferior. No parpadear, ni frotarse el ojo, ni tocar la punta de la botella con el ojo.
- Cerrar el ojo, como si durmiéramos. Mantener el ojo cerrado durante 2 o 3 minutos sin parpadear. Presionar ligeramente la esquina interior de los ojos (zona del punto lagrimal) con el dedo índice y el pulgar durante estos 2 o 3 minutos (así se reduce la cantidad de gotas que pasan a la garganta y de ahí al resto del cuerpo).
- Extraer cualquier resto de producto alrededor de los ojos con una gasa.
- Si nos tenemos que administrar otra gota después de la primera siempre debemos esperar como mínimo 5 o 10 minutos entre las dos. Esto evitará que la segunda gota lave la primera y asegurará la eficacia del tratamiento.
4. Conservar bien las gotas
Es importante mantener bien el frasco todo el tiempo que dure y rechazarlo una vez esté caducado o haya pasado más de 28-30 días abierto (dependiendo del fármaco). Más allá de este tiempo no se puede asegurar la eficacia del medicamento. Tenemos que mantenerlo limpio y vigilar el contacto directo con el ojo o con la cara, puesto que se podría contaminar. También se tiene que rechazar si cambia de color, podría ser que se hubiera echado a perder. No tiene que estar directamente expuesto a la luz ni a una alta temperatura (mejor si está a unos 20-25º). La mayoría de las gotas pueden conservarse a temperatura ambiente en un lugar fresco.
Curiosidades:
- Excepcionalmente algunas gotas se tienen que conservar a la nevera.
- Cada vez más están apareciendo en el mercado gotas en monodosis (es decir, en vez de un frasco que dura un mes, una caja con 30 botellitas individuales). Este sistema es más higiénico, puesto que cada día abrimos una botella y después rechazamos el sobrante, lo que minimiza el riesgo de contaminación. Además esto puede ayudarnos a que recordamos mejor el tratamiento, puesto que hay una botella para cada uno de los días y es más evidente cuando nos hemos olvidado una dosis.
5. Vigilar los efectos secundarios
Las gotas son medicamentos y debemos actuar como tales. Es importante asegurarnos de que nuestro oftalmólogo está al corriente de todas las enfermedades que tenemos y de las otras medicaciones que estamos tomando. Cada tipo de medicación tiene sus posibles efectos secundarios que se tienen que tener en cuenta y discutir con el paciente sin perder de vista que el control de la presión es esencial para mantener la función visual.
La mayoría de las gotas del glaucoma producen pequeños efectos secundarios leves como irritación ocular, sequedad, ojo mínimamente rojo... Si aparecen síntomas nuevos al empezar una nueva gota de la presión es importante comunicarlo a vuestro oftalmólogo.