“Gracias a la operación no tengo ningún límite”
02/03/2020 · NoticiaNuestra paciente sufría miopía severa, con una diferencia importante en la refracción y la agudeza visual en cada uno de los dos ojos, hecho que afectaba en su día a día. El equipo médico del Institut de la Màcula le aconsejó someterse a una cirugía refractiva, que tuvo resultados positivos: “No tengo ningún límite para hacer cualquier cosa”, asegura
La miopía es un defecto refractivo que ocasiona dificultad para ver nítidamente objetos lejanos. Se trata de la condición ocular más común en todo el mundo, con una prevalencia global que ha aumentado los últimos años. Pero no todas las personas se ven afectadas de la misma manera. Algunos pacientes sufren una miopía severa que les condiciona la vida y quieren corregirlas de una forma definitiva y no temporal como se hace con las gafas o lentes de contacto.
“Sufría una afectación grande, tanto en el trabajo como en mi día a día, ya sea cuando practicaba deporte o al conducir”, explica Sílvia Montaner, una paciente del Institut de la Màcula, abogada de 40 años. “No podía utilizar las lentes de contacto porque tenía una diferencia muy grande en cada uno de los ojos por lo que respecta a la refracción y la agudeza visual”, añade.
Sílvia llegó al Institut de la Màcula en búsqueda de una solución a su problema. “La refracción que la paciente tenía, y después de realizarse las pruebas pertinentes, aconsejaba que se sometiera en cada ojo a una operación de cirugía refractiva diferente con tal de revertir su situación y que obtuviera mejoras en su día a día”, explica la Dra. Paula Verdaguer MD, PhD, oftalmóloga y especialista en córnea, cirugía refractiva y ojo seco del Institut de la Màcula.
“Necesitaba cambiar mi situación, mi nivel de vida no era el deseado”, señala la paciente. “En el trabajo, cuando estaba en el despacho, la miopía no me afectaba; pero en ocasiones tenía que desplazarme y, al conducir sobre todo sin luz solar, tenía problemas: perdía la noción de la distancia y por esto lo tenía que evitar. No obstante, aunque fuera de día, el problema lo volvía a tener cuando entraba en el garaje para aparcar ya que no veía bien”, explica.
La miopía, además, no solo afectaba en su día a día profesional, sino también en su tiempo de ocio: “Me gusta practicar deporte, pero me veía limitada. Por ejemplo, me era difícil ir a nadar o jugar a pádel. En ocasiones no podía ver la pelota o, al perder la noción de la distancia, no tocaba la pelota cuando creía que sí que lo hacía”.
Una vez se sometió a las operaciones de cirugía refractiva, con técnica LASIK y con implante de lente fáquica de cámara posterior (ICL) las mejoras comenzaron a llegar: “Estoy muy contenta, porque la percepción es perfecta y ahora no tengo ningún límite para hacer cualquier cosa”, subraya la paciente. “Es una operación totalmente recomendable”, añade.
“Tengo toda la confianza depositada en todo el equipo del Institut de la Màcula, me tranquilizó al ver que lo tenían todo controlado y eran grandes profesionales”, explica.