El Dr. Jordi Monés advierte de la progresión de la DMAE en una sociedad cada vez más longeva
13/03/2019 · NoticiaEl director del Institut de la Màcula protagoniza un encuentro con medios de comunicación junto a la Asociación Nacional de Informadores de la Salud en el que sitúa a la enfermedad como la primera causa de pérdida de visión del mundo occidental en pacientes de más de 50 años, a la vez que reconoce que en DMAE seca o atrófica existen unos primeros resultados esperanzadores en investigación en terapias con células madre
Los problemas de visión están, a menudo, asociados a la edad, por lo que en una sociedad en la que aumenta la esperanza de vida estos problemas cada vez afectan a un mayor número de personas. La Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE) es ya la primera causa de pérdida de visión del mundo occidental en pacientes de más de 50 años. Actualmente, más de 25 millones de personas sufren esta enfermedad y cada año se les suman alrededor de 500.000 afectados. La estimación es que, en los próximos años, una de cada diez personas de más de 50 años la padezcan, cifras que aumentarán al 30% de más de 65 años, y a una de cada cuatro personas de más de 80 años.
El Institut de la Màcula es un centro de referencia internacional en la investigación de esta enfermedad. Nuestro director, el Dr. Jordi Monés, está investigando las dos variantes de la enfermedad: la DMAE exudativa o húmeda, que sí tiene cura, pero en la que se está trabajando para mejorar los tratamientos ya existentes; y la DMAE atrófica o seca, que actualmente no tiene. Las investigaciones en esta última variante de la enfermedad se encuentran en una carrera a contrarreloj. En la actualidad ya se está trabajando con resultados esperanzadores en terapias a base de las células madre, y el doctor Jordi Monés participa en uno de estos proyectos.
El Dr. Jordi Monés ha protagonizado recientemente un encuentro de prensa junto a la Asociación Nacional de Informadores de la Salud, en la que ha informado de la situación actual de la enfermedad y de las líneas de investigación que se están desarrollando para tratarla. Actualmente hay tres vías abiertas: prevenir la enfermedad, ralentizarla y lograr la regeneración la retina.
La DMAE es una enfermedad ocular degenerativa que afecta a la zona de la retina especializada en la visión fina de los detalles y que nos permite leer, distinguir las caras de las personas o conducir. Se trata de una enfermedad, tal y como explica el Dr. Jordi Monés, en la que existe una predisposición genética. Cuando ésta es moderada existen aceleradores de la enfermedad como el tabaco, la alimentación alta en grasas y azúcares, el sedentarismo y factores medioambientales como el sol o la oxidación.
La DMAE atrófica constituye el 85% de todos los casos de degeneración macular asociada a la edad. Aunque su incidencia es mucho mayor su evolución es más lenta a lo largo de los años, y en la actualidad no tiene cura. No obstante, sí que se recomienda seguir realizando visitas para controlar la evolución de la enfermedad.
Por su parte la DMAE exudativa es la forma menos frecuente de degeneración macular asociada a la edad (cerca del 15%), pero es la que tiene una progresión más rápida. Necesita tratamiento inmediato para evitar que se destruya la visión central de forma irreversible en un periodo corto de tiempo (semanas o meses). Se trata de un tratamiento con inyecciones intraoculares.
Sobre este tratamiento el Dr. Jordi Monés especifica que, siguiendo los protocolos internacionales, el primer año se debe realizar entre seis y siete inyecciones intravítreas. A pesar de esta recomendación, en algunos lugares se trata menos. Ante esta práctica médica, el Dr. Jordi Monés es muy claro: no se debe infratratar, sino realizar las inyecciones intravítreas necesarias: “No hay truco, más inyecciones significa más visión”, subraya. Además, manifiesta que se trata de una cura proactiva que se individualiza para cada paciente, añadiendo más tiempo entre inyecciones intraoculares progresivamente hasta encontrar el intervalo adecuado para cada uno con el fin de parar la enfermedad.
El retinólogo Dr. Jordi Monés, asimismo, resalta la importancia de “explicar bien al paciente lo que se va a realizar y los beneficios que obtendrá”, con el fin de conseguir la adherencia del paciente al tratamiento y que, una vez se haya logrado estabilizar la enfermedad, “entienda que es imprescindible hacer un tratamiento continuado, sin bajar la guardia”.