“Formamos parte de un hub de conocimiento, conectado con instituciones punteras del mundo”
01/06/2017 · NoticiaJORDI MONÉS HACE BALANCE DE LOS PRIMEROS 10 AÑOS DEL INSTITUT DE LA MÀCULA Y PROYECTA EL FUTURO
El objetivo del Dr. Jordi Monés (Barcelona, 1961) al crear el Institut de la Màcula ahora hace 10 años era proyectar «todos nuestros esfuerzos y nuestro conocimiento» hacia el tratamiento de las degeneraciones maculares y retinianas. De este equipo médico e investigador altamente especializado nació también la Barcelona Macula Foundation (noviembre de 2011), con vocación de formar parte y contribuir a este hub de conocimiento que conforman el conjunto de Centros de Investigación en Cataluña. Ambas instituciones han crecido y tienen como finalidad «ofrecer una atención de primer nivel a nuestros pacientes y avanzar en la frontera del conocimiento especialmente de aquellas enfermedades de la visión que aún hoy no tienen curación».
Cuando hace 10 años creó el Institut de la Màcula apenas se iniciaban los tratamientos para la DMAE húmeda. ¿Ya hemos dominado esta patología?
Hemos vivido una revolución: piensen que la DMAE húmeda era — es, si no se trata — una patología devastadora. Para frenarla necesitamos dos cosas. Primero, un buen diagnóstico. Para enfrentarnos a ella de manera efectiva hemos de saber qué tenemos delante. Si no conoces a tu rival tienes muchos puntos para que te gane. Nosotros hacemos mucho hincapié y ponemos mucha atención y agilidad en la fase del diagnóstico.
¿Y cuál es el otro elemento?
Actuar rápido y con una pauta de defensa activa. Esto también es fundamental. Los tratamientos para la DMAE húmeda son muy efectivos. Frenamos la patología, porque sabemos cómo hacerlo. Pero, una vez diagnosticada, es necesaria la vigilancia constante y administrar los fármacos apropiados con una periodicidad que no deje margen de progresión. Porque el terreno que dejamos ganar a la enfermedad puede ser irrecuperable.
¿Y nunca podremos recuperar los tejidos perdidos?
De momento, no podemos. Trabajamos en ello desde la comunidad científica, en diferentes frentes. Decimos que en 10 años tendremos terapias de regeneración celular efectivas y probadas, pero puede ser un poco antes... o algo después.
¿Es lo mismo que pasa con la DMAE atrófica?
Para la DMAE atrófica buscamos soluciones basadas en las terapias génicas y con células madre, sí.
¿Era éste el camino que trazaba mentalmente al fundar el Institut?
Nos basábamos en los tratamientos, entonces incipientes, para la DMAE húmeda, y en un bagaje muy importante recogido a lo largo de los años. Hay quien nos coloca entre los centros de referencia en DMAE en Europa. Eso nos gusta, pero no debe distraernos. Queda mucho trabajo por hacer. El Institut desarrolla proyectos de investigación de manera muy activa y participa en ensayos clínicos en todas las fases (I, II y III) y la BMF complementa la investigación clínica que lleva a cabo el centro con la investigación preclínica o los estudios básicos. De esta manera, los proyectos compartidos, como las terapias regenerativas con células madre, se potencian gracias a la aportación de ambas instituciones. El tándem Institut de la Màcula-BMF constituye un foco de conocimiento, innovación y tratamiento de primera línea en enfermedades degenerativas de la retina, conectado con instituciones punteras del país y del mundo.
Nos colocan entre los centros de referencia en DMAE en Europa, pero esto no debe distraernos. Queda mucho por hacer
En estos 10 años el Institut ha ido incorporando otras especialidades. ¿Por qué?
Nuestra vocación era y sigue siendo estar entre los mejores en patología de DMAE, pero no podemos dejar de lado otras patologías oculares. Nos lo piden nuestros pacientes, y nosotros debemos ser receptivos a lo que nos reclama, en el ámbito de la oftalmología, la gente que nos da su confianza. Por eso tenemos tres unidades punteras, con especialistas formados en el extranjero: Glaucoma, Córnea y Plástica. Contamos con un equipo con experiencia acumulada a lo largo de los años en otros centros, aquí y a nivel internacional.
Por tanto, el Institut ha crecido bastante...
¡Vaya si lo ha hecho! El equipo de optometristas, enfermería y atención al paciente ha crecido mucho. Estoy muy contento con todos ellos. Destacaría su profesionalidad, y que son personas empáticas, de trato afable y que saben escuchar. Es un privilegio disponer de un equipo así. No estaríamos donde estamos si no fuera por el compromiso de todos ellos con los pacientes y con la excelencia del servicio.
Y aprovechando que cumplimos 10 años, me gustaría agradecer la colaboración de todos aquellos que nos han acompañado en este trayecto: nuestros proveedores habituales, farmacéuticas, CROs y organizaciones con las cuales hemos colaborado en otros proyectos. Y también del Centro Médico Teknon, la Fundación Teknon y el CEIC. Con todos ellos hemos recorrido nuestro camino.
En esta década el Institut también ha crecido en espacio. ¿Cómo les ha condicionado?
Nuestro edificio actual nos ha facilitado mucho la creación y la consolidación de estas nuevas áreas. La comodidad de los pacientes, el uso de las técnicas y los tratamientos más innovadores de las diversas especialidades nos sitúan a la vanguardia del conocimiento.
¿Con la ampliación de la oferta asistencial también crecen sus ámbitos de investigación?
Al principio, focalizábamos las investigaciones en las degeneraciones retinianas, pero ahora esto también ha cambiado. Hoy todo el equipo médico del Institut presenta los resultados de sus investigaciones en Congresos internacionales. También publicamos en revistas científicas de impacto. La Dra. Marta Pazos acaba de publicar un artículo sobre glaucoma en la revista Ophthalmology y yo, juntamente con otros coautores, una nueva hipótesis sobre la progresión hacia la atrofia geográfica en la revista Ophthalmology Retina, ambas de referencia en el ámbito de la Oftalmología.
La vocación de sus investigaciones es global. ¿Cómo se materializa este anhelo?
Lo decíamos antes: creando asociaciones con partners de todo el mundo. Formamos parte de proyectos europeos, gracias al 7o Programa Marco y al Horizon 2020. En este sentido, seguiremos explorando y construyendo colaboraciones con otras instituciones de Europa y del planeta. Hoy formamos parte de proyectos que si los hubiésemos expuesto hace 10 años los habríamos tomado casi por ciencia ficción. El Institut de la Màcula, en colaboración con el Institut de Ciències Fotòniques (ICFO), ha desarrollado un equipo que permite la exploración del ojo a nivel celular, y de esta manera se erige como un centro oftalmológico con expertise en el ámbito de la fotónica. La BMF, con el proyecto EYE-RISK, profundiza en el conocimiento de los mecanismos de la DMAE atrófica en un Consorcio de investigación que agrupa más de 8 centros referentes en Europa. Y, finalmente, colaboramos en la definición y desarrollo de terapias regenerativas con células madre en diferentes proyectos con la colaboración del Centre de Medicina Regenerativa de Barcelona (CMRB), Centre de Regulació Genòmica (CRG) y el Banc de Sang i Teixits, entre otros.
Celebramos 10 años y miramos al futuro con el reto de seguir avanzando en la erradicación de formas de ceguera
¿Y ahora? ¿Cuál es el camino para los próximos 10 años?
Somos persistentes y coherentes. La consolidación de las especialidades de retina, córnea, glaucoma y plástica en esta primera década ya nos marca algunos hitos. Todo el equipo compartimos proyectos motivadores que iremos poniendo en marcha en un futuro próximo. Somos un equipo médico con ganas de innovar y avanzar en un camino que cada día nos plantea más retos, ya sea por el avance vertiginoso de las nuevas tecnologías o por los nuevos requerimientos de nuestros pacientes. No lo sabemos todo, pero aprendemos de los mejores y con ellos también compartimos nuestro conocimiento, para generar otros nuevos y transferirlos a la práctica clínica cuanto antes. Estoy convencido de que en 10 años estaremos en escenarios inimaginables hoy por hoy, pero siempre en línea con nuestra visión: avanzar en la erradicación de formas de ceguera. Que ninguna patología conocida sea una sentencia. Tenemos la ciencia de nuestro lado.