“Cada cuatro meses paso rigurosos controles de mi visión”

Cristina Pérez sufre diabetes tipo I desde su infancia y retinopatía diabética desde los 18 años: “Me practican pruebas como angiografías u OCT para controlar el progreso de la enfermedad”

Cristina Pérez, fisioterapeuta de profesión, tiene 36 años y en su infancia supo que sufría diabetes tipo I. Lleva toda su vida conviviendo con la enfermedad y cuidándose para que ésta interfiera en sus proyectos lo menos posible. Además, cuando cumplió la mayoría de edad le diagnosticaron una retinopatía diabética que le produce una disminución progresiva de su visión: “Sufro miopía y astigmatismo desde los seis años, pero con 18 años me diagnosticaron retinopatía diabética. Ello me obliga a llevar a cabo rigurosos controles cada cuatro meses dependiendo de la valoración médica y del estado de mi visión, por lo que es imprescindible tratarse con especialistas que te ayuden a gestionar la enfermedad”. En estos exhaustivos controles de su visión, Cristina detalla que “me practican pruebas como angiografías u OCT para controlar el progreso de la enfermedad. También me gradúan la visión cada vez que voy”.

Para Cristina, aceptar el diagnóstico es una de las claves para afrontar la vida con normalidad sin obviar ni el cuidado de la salud ni el seguimiento médico: “Es importante normalizar la situación y ser consciente de la importancia tanto de la dieta como de la práctica de ejercicio. La diabetes es nuestra enfermedad y afecta a muchos sistemas de nuestro cuerpo, entre ellos nuestros ojos. Es esencial ser consciente de que las revisiones son necesarias y que es imprescindible rodearse de especialistas que te ayuden a gestionar la enfermedad”.

Así como para Cristina el apoyo de su familia es fundamental, considera que la investigación es transcendental para su progreso: “La investigación es muy necesaria, como también lo es dar a conocer qué se está llevando a cabo. Es muy importante que las personas sepamos que se avanza”.