El 35% de las personas que tiene diabetes pueden desarrollar problemas de visión en el plazo de 5 años
17/03/2019 · NoticiaLa diabetes no solo puede provocar una retinopatía y edema macular, sino que aumenta el riesgo de padecer glaucoma y cataratas
La diabetes mellitus es una enfermedad crónica que en Catalunya padecen más de medio millón de personas. El control de los factores de riesgo y de los niveles de hemoglobina glicosilada, presión arterial e hiperlipidemia es fundamental para cualquier persona diabética. Por ello, es necesario concienciar a los enfermos de la importancia de acudir a los controles periódicos tanto con el endocrinólogo como con otros especialistas, entre ellos el oftalmólogo, ya que el enfermo puede desarrollar enfermedades oculares que pueden conducir a la ceguera.
“Esa detección precoz nos permitirá actuar rápidamente ya que, en la actualidad, disponemos de muchos tratamientos que han cambiado completamente las opciones que antes existían”, afirma el Doctor Jordi Monés MD, PhD, director del Institut de la Màcula, centro de referencia internacional radicado en Barcelona y especialista de este tipo de patologías.
Una de las complicaciones retinianas más comunes que amenazan la visión es el edema macular diabético, en el que se produce una acumulación de fluido en la mácula. En el Estado español, uno de cada 10 diabéticos lo sufre. La otra complicación grave es la retinopatía diabética proliferativa, en la que neovasos retinianos crecen en la interfase entre la retina y el vítreo, pudiendo provocar hemorragias vítreas y desprendimientos de retina.
La posibilidad de desarrollar una retinopatía diabética aumenta con la duración de la enfermedad sistémica. Según las estadísticas, el 25% de las personas que sufre diabetes tipo I la desarrollarán en los primeros cinco años, ascendiendo este porcentaje al 35% en el caso de la diabetes tipo II. En el transcurso del tiempo, el riesgo aumenta a un 75% en el primer caso y en un 55% en el segundo.
Para el óptico-optometrista y Doctor en Biomedicina Marc Biarnés, investigador del Institut de la Màcula, el primer paso es intentar prevenir la enfermedad retiniana y, si ocurre, abordarla rápidamente para tener un mayor margen de actuación. “Es aconsejable que los diabéticos que no tengan retinopatía se realicen revisiones oftalmológicas una vez al año. Si la desarrollaran, las revisiones se pautarían según su grado de severidad para su control”.