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El Dr. Jordi Monés reclama un cambio de mentalidad en la comunidad oftalmológica ante el infra-tratamiento de la DMAE neovascular

05/12/2019 · Noticia
Dr Jordi Monés MD, PhD

El Dr. Jordi Monés MD, PhD, director del Institut de la Màcula, reclama un cambio de mentalidad en la comunidad oftalmológica y luchar contra algunos falsos mitos, ante la diferencia de resultados entre los ensayos clínicos y la realidad en el tratamiento de la DMAE neovascular

La degeneración macular asociada a la edad (DMAE), enfermedad ocular de la que el Institut de la Màcula es especialista, es una patología que produce pérdida progresiva de la visión central, con el impacto que esto representa en la vida diaria de nuestros pacientes, como también en la reducción de su autonomía personal. La variante neovascular de la enfermedad (también llamadas exudativa o húmeda) es la menos frecuente, pero tiene con una progresión más rápida y es más agresiva que la variante atrófica.

El tratamiento principal para intentar controlar esta enfermedad consiste en aplicar fármacos antiangiogénicos, mediante inyecciones intraoculares directamente en la cavidad vítrea. Para conseguir que este tratamiento sea eficaz, en general, se debe aplicar una cierta cantidad de inyecciones recomendadas por la comunidad médica sobre la base de los resultados de los ensayos clínicos multicéntricos. A pesar de ello, en muchos centros se administran menos inyecciones de las que son recomendadas. Esto repercute en unos resultados visuales inferiores de los que se podrían obtener. Esto “se debe al infra-tratamiento generalizado en muchas prácticas alrededor del mundo”, tal y como explica el Dr. Jordi Monés MD, PhD, quien ha publicado un artículo en la revista Ophthalmologica, con otros expertos ofalmólogos. “Hay una necesidad de cambiar la mentalidad en la comunidad oftalmológica, y luchar contra algunos falsos mitos. A pesar de los efectivos tratamientos disponibles para la DMAE neovascular, los resultados en la práctica médica habitual en el mundo real son peores a los conseguidos en los ensayos clínicos”, afirma el director del Institut de la Màcula.

En el artículo, con el título “Undertreatment of Neovascular Age-Related Macular Degeneration after 10 Years of Anti-Vascular Endothelial Growth Factor Therapy in the Real World: The Need for a Change of Mindset”, el Dr. Jordi Monés profundiza en los motivos por los que se producen estas diferencias en la aplicación del régimen de tratamiento de la DMAE húmeda y hace un llamamiento para aplicar las cantidades recomendadas internacionalmente, afrontando los obstáculos y limitaciones con los que se encuentran los oftalmólogos.

Los ensayos clínicos demostraron que la agudeza visual se mantenía más de cuatro años con terapias anti-VEGF con un tratamiento proactivo y continuado. No obstante, el infra-tratamiento que se realiza lleva a una pérdida de agudeza visual. “Las razones para este infra-tratamiento incluyen el número de inyecciones y la monitorización de las visitas impuestas a los pacientes y cuidadores. Sin embargo, otra causa remarcable es la mentalidad generalizada en la comunidad según la cual no son posibles los beneficios sostenidos con el tratamiento, lo que conduce a un cumplimiento deficiente y crea un círculo vicioso”, explica el Dr. Jordi Monés.

Explicaciones como la responsabilidad del paciente y sus familiares, la ansiedad, la carga del sistema o el desarrollo de la atrofia, o el ‘no importa lo que hagas, perderán la visión’, entre otras, no pueden ser utilizadas como excusas para justificar el bajo rendimiento en el tratamiento de la DMAE exudativa”, defiende el Dr. Jordi Monés, especialista en mácula, vítreo y retina. “Mantener la visión más allá del medio plazo es posible si la terapia se administra de forma temprana, proactiva y sostenida durante muchos años”, añade.

Desde el Institut de la Màcula aplicamos un tratamiento diferenciador con el objetivo de mantener la enfermedad a raya conservando el nivel de visión lo más alto posible y durante un largo periodo de tiempo. Nuestro tratamiento tiene dos ejes fundamentales: actuar de forma proactiva y tratar a largo plazo.

Para evitar recaídas es fundamental que el tratamiento sea proactivo y vaya por delante de la enfermedad, recibiendo el paciente el número de inyecciones intraoculares necesarias. Además, la única opción para mantener la visión más allá del corto plazo y mantener el beneficio obtenido es sostener el tratamiento el máximo tiempo posible. Estudios punteros evidencian que si se trata de manera adecuada durante un largo periodo de tiempo permite mantener la visión durante muchos años.

Última modificación: 10 Enero, 2023 - 11:23


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