Gestionar el glaucoma
El control médico y el seguimiento de las pautas adecuadas pueden mantener el glaucoma inactivo y minimizar sus efectos sobre el nervio óptico.
1. Adelantarse a él es fundamental
Las personas con riesgo de glaucoma pueden acabar desarrollándolo si no se tratan. Las revisiones periódicas y, en caso necesario, el tratamiento avanzado son nuestra mejor carta.
2. Un diagnóstico correcto
Más allá de la medición de la presión ocular, los pacientes con indicios de glaucoma se someten a una paquimetría. Se trata de una prueba que mide el grosor corneal, que determina la presión indicada para cada paciente.
3. Siga las instrucciones de su oftalmólogo
Una vez diagnosticado el glaucoma se precisa un seguimiento continuo y ser persistente en la administración de los medicamentos prescritos. Si padece glaucoma y le han recetado medicación, siga las pautas indicadas.
4. Hágalo saber a su equipo médico
Conviene que sus médicos sepan que padece glaucoma, y cuál es la medicación que toma. Y si experimenta efectos secundarios, comuníquelo a su oftalmólogo.
5. Vigile su dieta
Una alimentación correcta, con la ingesta de omega-3, vitaminas C, E y B1, DHA y antioxidantes puede ayudar a mejorar su salud visual. También conviene evitar las grasas trans y el exceso de carbohidratos.
6. Lleve una vida saludable
Cuídese. Practique deporte aeróbico moderado.