Marc Biarnés participa en las nuevas Guías de Práctica Clínica sobre glaucoma crónico

Impulsada por el Sistema Nacional de Salud (SNS), el objetivo de la actualización de la Guía de Práctica Clínica es proporcionar al especialista herramientas que permitan un mejor manejo de la enfermedad mediante pautas actualizadas basadas en la nueva evidencia científica.

Para Marc Biarnés, coordinador de ensayos clínicos del Institut de la Màcula, “los avances que se han producido los últimos años aconsejaban una revisión del manejo del paciente con glaucoma. Hoy en día contamos con técnicas que nos permiten detectar precozmente la enfermedad y realizar un seguimiento más fiable que permite ralentizar su progresión. Y estas innovaciones debían ser recogidas en una nueva guía de práctica clínica”

El glaucoma crónico simple o glaucoma crónico de ángulo abierto es una enfermedad que afecta al nervio óptico, responsable de transmitir la visión desde el ojo hasta el cerebro. Una lesión en este nervio, por lo tanto, se traduce en una pérdida progresiva de la visión. Es una patología tanto hereditaria como relacionada con el envejecimiento y en España tiene una prevalencia aproximadamente de entre el 2% y el 4% en población adulta.

Hasta la fecha, el abordaje del glaucoma crónico se ha realizado principalmente a través de diferentes procedimientos: colirios, láser y/o cirugía. En algunas ocasiones se aplica un tratamiento combinado. Detallamos a continuación las principales características de cada procedimiento:

- Gotas: el oftalmólogo debe decidir cuál de los diferentes tipos de gotas es el más adecuado para el paciente. Algunas se deben poner sólo una vez al día, otras 2 veces, y otras 3 ó 4 veces.  Es muy importante seguir las indicaciones del tratamiento y ser muy constante.

- Láser: de aplicación en la misma consulta, prácticamente no tiene efectos secundarios salvo la inflamación del ojo. Ocasionalmente como consecuencia de la inflamación la tensión puede subir, pero son efectos transitorios y tratables. Según el caso, el tratamiento con láser deberá complementarse con otros métodos.

- Cirugía: necesaria en algunos casos, sobre todo cuando el paciente es joven. Existen diversas formas de cirugía, pero todas con el mismo objetivo: aumentar la eliminación del humor acuoso y ralentizar el avance de la enfermedad.

El glaucoma crónico no presenta síntomas hasta que la visión periférica está ya muy reducida, y el paciente refiere ver “como a través de un tubo” (“visión en escopeta”). Si la enfermedad progresa más puede conducir a la ceguera irreversible.

Para más información sobre la enfermedad, consultar www.asociaciondeglaucoma.es